El edificio ha sido reconocido con prestigiosos premios a nivel europeo que lo convierten en uno de los edificios más galardonados en su disciplina en los últimos años. Fue concebido por el arquitecto Rafael Moneo como un "accidente casi geográfico". Un bloque de vidrio es el material adecuado para este maravilloso lugar de la costa Donostiarra tan azotado a veces por los vientos cargados de aguas marinas. El vidrio convierte el volumen del recinto en una masa densa, opaca y, sin embrago reflectante y cambiante durante el día, en tanto que , durante la noche, como se puede apreciar en la imágen, se transforma en atractiva y misteriosa fuente de luz que inspira al transeúnte a fotografiarlo y fotografiarse con el.
Conchy Aísa www.aisaphoto.es
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