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miércoles, 4 de julio de 2012

Carros cubanos: coches americanos de los años 30 y 50.

Carros americanos de los años 30 y 50.
El ingenio de los cubanos, hace que podamos comprobar autenticas reliquias de museo recorriendo cualquier lugar de Cuba, desde La Habana a Santiago, pasando por bellos pueblos como son Trinidad o Pinar del Río.


Coches americanos circulan por sus cuadras como si el tiempo se hubiera detenido en los años 50 en las calles americanas, distintas marcas y todos ellos con una elegancia especial:Buick, Cadillac, Chevrolet, Chrysler, Dodge, Ford Lincoln Continental, Mercury, MG, Plymouth...



En Cuba hay un dicho popular que dice: "los cubanos saben de pelota y de mecánica". La Pelota (béisbol) es el deporte nacional de Cuba, la mecánica es una necesidad inherente del cubano para poder mantener en uso los antiguos y modernos carros.




Muchos de estos carros, como los cubanos llaman a los coches, deberían estar jubilados hace años, pero ya sabemos el dicho aquel: "La necesidad agudiza el ingenio" y de esto saben mucho los cubanos, que reinventan cada día con ideas nuevas.


Coches de los años 30 y 50 que conservan su carrocería original aunque la mecánica sí ha sido cambiada, en general por una mecánica proveniente de países comunistas, cuando el Bloque Soviético aún existía, aunque vemos de otras marcas también. Por ejemplo, algunos motores son rumanos, tienen dirección Citroën, pistones Mercedes, caja de cambios Toyota o bombas de gasolina Mitsubishi.

Aun recuerdo una noche en La Habana, después de cenar en casa de mi amigo Jochy y su familia en Vedado, se hizo muy tarde para coger un taxi y decidió llevarme hasta Miramar que es donde yo me hospedaba. El viejo coche arrancó pero empezó a hacer un extraño ruido y sospechamos que no llegaríamos a nuestro destino, así que decidimos preguntarles a unos chicos que tenían un coche igual aparcado en la gasolinera, que por cuanto nos llevarían a Miramar y resolvimos el precio, pero a mitad de trayecto, este  carro también se paro y tuvimos que volver a inventar para poder llegar a casa y en el tercer intento pude coger un taxi que termino el recorrido llevándome hasta Vedado. Fue toda una aventura..

Otra noche, tras hacerse tarde después de pasear por el Malecón de La Habana con unos amigos, al encontrarme bastante lejos de mi casa, decidieron llevarme en coche para que no fuera sola. Cuando ya entré en casa de la señora que me hospedaba, las dos pudimos contemplar perplejas por la ventana que el coche de Jochy volvía a hacer de las suyas, aunque por poco tiempo, ya que entre Jochy y los dos amigos españoles que me habían acompañado: Antona (buen mecánico) y su hijo Dani, lograron ponerlo de nuevo en circulación y llegar hasta su destino en Vedado.


Al final, no sabías que carro tomar: si el de caballos o uno americano totalmente modificado por la "maña", como se dice en Aragón a la agudeza ante la necesidad. 






Coger un "almendrón" como los cubanos llaman a los taxis comunitarios, es altamente recomendable para vivir una experiencia inolvidable, entrando en un museo donde los coches están vivos todavía, aunque muchos se caen a pedazos.



Lo que si es cierto, es que estos coches son el complemento idóneo a una arquitectura colonial, que aunque decadente, sigue siendo bella y señorial como estos coches americanos.


Nada que decir que la guinda la ponen los cubanos y su forma de ser: amables y pacientes, positivos hasta en las peores de las situaciones y siempre resolviendo con una sonrisa. Gracias Jochy, gran amigo y gran persona.






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