El Capitolio Nacional de La Habana, Cuba.
Una de las primeras cosas que divisé desde la habitación de mi hotel en La Habana, Cuba, fue la cúpula del Capitolio Nacional que sobresalía por encima de cualquier edificio que hubiera cerca.
El Capitolio Nacional de Cuba es uno de los edificios más imponentes de Latinoamérica y destaca sobre el paisaje urbano.
Inaugurado en 1929 por el dictador Gerardo Machado, el Capitolio de La Habana es inspirado, como el de Washington y otras ciudades del mundo, en el orinal romano pero mejor dotado, tiene una gran escalinata de granito de 55 escalones, una fachada neoclásica y una impresionante cúpula de 91,73 metros de altura (quinta en el planeta y segundo punto más alto de la ciudad).
Es la sede del ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio ambiente.
Se divisa a lo lejos desde cualquier punto de La Habana, Con una cúpula de 92metros, fue el punto más alto de la ciudad hasta los años cincuenta.
Quede maravillada y esa misma mañana puse rumbo a mis pies para ir a visitar aquel imponente edificio, símbolo de la ciudad que combina la elegancia del neoclasicismo en detalles art déco.
De camino al Capitolio, fui paseando por el Malecón de La Habana y cuando este termina, empieza el paseo del Pardo, mis ojos no sabían donde mirar, les faltaba tiempo, no sé que es lo que más me sorprendió, si los edificios coloniales que se alzan con grandes columnas a los lados del Paseo del Prado que se caen a pedazos, los carros de los años 50: Buick, Cadillac, Chevrolet, Chrysler, Dodge, Ford Lincoln Continental, Mercury, MG, Plymouth...O la gente en la calle platicando, comerciando y resolviendo el día a día.
Cuando terminé mi paseo por el Pardo, allí me encontré con el Capitolio Nacional y su cúpula que se reflejaba en los charcos mientras la gente resolvía el día a día.
Conchy Aísa
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