Angel Santamaría: Triatleta hasta la muerte. Con más de 63 años es uno de los primeros triatletas de España que sigue en activo.
Con estas palabras me ha ayudado mucho a afrontar los problemas del día a día y a seguir luchando para conseguir lo que uno quiere con perseverancia y paciencia y no hundirme en el intento, aunque el camino sea duro y a veces tropiece en las piedras que hay en el suelo, superando hasta enfermedades graves que no solo estropean mi cuerpo, sino también mi mente...Y ahí estaba él para darme ánimos...
Es deportista desde que tuvo uso de razón y además de Bilbao, no podría ser de otra manera...
En 1985 introdujo en Aragón el Triatlón, un deporte muy completo que combina natación, ciclismo y carrera.
El Ironman es la prueba más dura y más importante del Triatlón. A esta prueba solo acuden los triatletas mejor preparados del mundo y tienen que entrenar duramente para esta prueba durante todo el año, además de participar en una serie de pruebas clasificatorias para llegar a competir esta distancia, por lo que solo clasificarse es motivo de reverencia.
Ha estado en el Ironman de Hawai: "Ir a Hawai es lo máximo. Allí ves a tus ídolos, en un entrono increíble. También estuvo en Australia donde la experiencia fue inolvidable.
Para la gente que practica este deporte siempre les digo: No te mueras sin hacer un Ironman."
Su última gran competición 2012 World Championships en Vitoria-Gasteiz. El campeonato del mundo en Euskadi donde, cómo no, consiguió una medalla. Cuando le preguntan que se siente al ser campeón del mundo, el contesta: "A veces lo importante no es llegar el primero, unos aplausos o salir en el periódico, no te reconfortan tanto como otras veces que no has llegado el primero, pero sabes que has hecho una buena carrera y estas contento con tu rendimiento
Ángel tiene 63 años, pero nadie lo diría por el físico envidiable que tiene y su actividad deportiva de todos los días, sólo hay una cosa que le recuerda su edad y es su rodilla derecha.
Le encanta, ver como la gente supera los problemas de su cuerpo con el deporte. Entre estas personas también me incluyo yo, pues gracias a nadar todos los días y a tener vigilándome muy de cerca cuando mi brazo no quería hacerme mucho caso, y mi cabeza menos, debido a un cáncer de mama, allí estaba él para darme ánimos y seguir nadando a mi lado para subir el ánimo.
Para finalizar, me quedo con estas sabias palabras de Ángel: "Una competición deportiva se puede aplicar a nuestra vida porque, la vida, es una carrera continua llena de obstáculos que superar".
